El Valle del Jerte

(vaya jartón)

fotos © zafara

 

 

   
   

 

   
    Desde Hace unos años se ha puesto de moda eso del "ecologísmo turístico", además de pensar, hablar, defender todo lo relacionado con el medio (decir medio-ambiente es una redundancia), se puso de moda volver a la sierra, al campo, defender lo verde, lo sano, lo puro, las casas rurales, lo rural (guardias rurales no incluidos) y un montón de cosas más que tienen que ver con el campo, la Naturaleza, el aire que seguimos contaminando y el agua que gastamos, ensuciamos y tiramos absurdamente.    

    El caso es que uno de los parajes naturales más bellos de España, es El Valle del Jerte, como su nombre indica, es un extenso valle que acompaña el recorrido del río Jerte en la provincia de Cáceres (Extremadura), Sur-Oeste de España.    

    La peculiaridad de este valle para la gran mayoría, son los miles y miles de cerezos que repueblan las laderas de las montañas y que todos los años, en los principios de la primavera ofrecen una espectacular visión con las blancas flores nacientes. Sin lugar a dudas, es una delicia poder contemplar esa cantidad de arbustos blancos, como si hubiera caído una preciosa nevada sobre las ramas ...    
Hace un par de años escuchaba en un programa de radio las maravillas de este acontecimiento natural, pero la locutora del espacio radiofónico, avisaba a los "escuchantes", de que la masificación que se estaba produciendo hacía peligroso el disfrute que la Naturaleza ofrecía al visitante...
Por fin en el año 2003, tuve la oportunidad de "acercarme" al famoso Valle del Jerte para contemplar esa maravilla.. (sin olvidar las palabras anteriores de la locutora).
He aquí el mini-diario del viajante, referente al Valle del Jerte:
28 de Marzo, viernes:

Después de mucho pensar dónde pasar la noche, decidimos quedarnos en Malpartida de Plasencia, una pequeña población muy cerca de Plasencia (ya la conocíamos), y alguien nos había sugerido un hotel que estaba a la entrada del pueblo: Hotel Cañada Real,  y aunque está en un medio rural, ya tienen su paginita de Internet (www.hotelcreal.es), con tres estrellas y bastante limpio. (Esto es lo bueno).

Lo malo es que tuvimos la mala suerte de llegar una noche en que inauguraban por primera vez un nuevo restaurante del complejo (digo por primera vez, porque un camarero me lo dijo así: hoy se inaugura para una serie de personas y dentro de una semana se inaugura oficialmente para otras ...). El caso es que esta primera inauguración como veremos más abajo, fue causa de molestias en el que creíamos iba a ser merecido descanso en  medio del campo).

Una vueltecita o paseo por Malpartida de Plasencia (aunque ya era de noche), es lo que decidimos hacer... eso de estirar las piernas después de muchos kilómetros, nos parece sano y es lo que hicimos. Nos llamó la atención el silencio que había en el pueblo, estábamos encantados con que apenas había ruidos... de vez en cuando algún automóvil que pasaba, pero muy poco bullicio. Tras una larga cuesta de acceso al centro, llegamos a la Iglesia, en lo más alto de la población, en esos momentos salían varias personas (casi las únicas que vimos), posiblemente de alguna misa o acto religioso. -La alta nave de la Iglesia, el retablo y el estilo eclesial, nos recordó otras iglesias extremeñas de los siglos XVI y XVII , y como era tarde, no había nadie, salimos a ver alguna calle que nos llamó la atención y de paso buscar un sitio para "probar el tapeo local".

El pueblo parecía vacío, aunque era viernes noche, poca gente vimos por las calles, sin embargo, lo que parecía silencio y paz, de pronto se vio violentado por varias motos, mejor dicho por varios jóvenes que llevaban las motos dando vueltas por las calles del que parecía tranquilo pueblo, emitiendo decibelios a gran escala, lo que nos hizo recordar lamentablemente lo que deben de ser los estruendos de los cohetes (inteligentes o torpes), con que los americanos están bombardeando Irak, precisamente en estos días. - Pena de que este espantoso ruido de las motos nos distrajera de nuestro grato paseo por Malpartida y nos llevara a recordar lo del Golfo..
El caso es que los pocos bares, cafeterías y similares que encontramos en nuestro caminar, todos tenían en común una escasa iluminación, lo que nos llamó la atención, no obstante nos acercábamos para poder averiguar el aspecto interior y entrar si nos convencía. -Probamos en algunos locales y la verdad es que no hay ninguno que destacar por nada en especial, si acaso una especie de mesón donde tenían jamones de todo tipo, vinos lugareños y de otras tierras, embutidos, etc., pero tampoco era nada fuera de lo normal.
Como no íbamos a cenar (habíamos "picado" varias tapitas), pero el apetito no se había saciado, habría que picar definitivamente algo y decidimos hacerlo en el hotel donde íbamos a tratar de dormir.
En el hotel, pudimos comprobar como en el asador y restaurante que se inauguraba "por primera vez", no había una mesa libre, ni siquiera espacio entre las mesas, ya que los pasillos correspondientes estaban siendo utilizados por un grupo de folclore extremeño, que al son de la música típica, bailaban alegremente cuidando de no molestar a los comensales que engullían lo que les habían obsequiado.

Nos quedaba la cafetería, que estaba muy concurrida. Después de esperar un buen rato en una de las mesas y comprobar que ningún camarero o camarera se acercaba, a ver al menos qué queríamos, decidimos ponernos en la barra, una vez que otros parroquianos dejaron un espacio.
Lo que pedimos, muy sencillo (pollo ajillo y carne al jerez), estaba muy bueno, sin embargo lo único que merece la pena ser recordado fue cuando solicité aclaración sobre un vino que me llamó la atención, la camarera me dijo que el vino era de "la tierra", le volví a preguntar que de qué tierra..., y ella me contestaba de Extremadura... sin embargo esta tierra tiene muchas poblaciones que producen vino e insistí en que quería saber si era de la Tierra de Barros, Matanegra, Cañamero, etc. etc., pero la joven camarera insistía en que era de la tierra extremeña y por fin me mostró la botella para ver que no mentía, (el vino era de Cañamero, con más grados de lo que a mi me gusta), por lo que decidí tomar otro que ya conocía. - Esto me recordó aquel chiste en que una persona preguntaba a otra: ¿Tu de dónde eres? --- Respuesta: de Extremadura, ante lo cual vuelve a preguntar: .... ¿pero de qué parte de Extremadura.... de Cáceres o de Badajoz?.... y la respuesta definitiva es: ¡no, no!, ¡del mismo Extremadura!.
Bromas aparte, lo malo de la noche vendría después, a la hora de tratar de dormir. Aunque las ventanas estaban cerradas, el vocerío de los niños que jugaban en los alrededores del hotel, (había unos columpios), posiblemente hijos de los que estaban en la primera inauguración del restaurante, esas voces, esos gritos se meten en el oído cuando tratas de dormir y te hacen la pascua, por otro lado, aunque un servidor está ligeramente resfriado y tiene tos nocturna, el vecino de la habitación contigua, tenía un resfriado superior ya que la tos también se hacía notar cuando los niños bajaban el volumen de sus alaridos. - Así transcurrió la noche hasta que por fin callaron unos y otros.
29 de Marzo, sábado:
Parece mentira que un hotel moderno y caro no tenga resuelto el tema de la insonorización, además de lo anteriormente contado, la mañana siguiente fue amenizada por los sonidos de las cisternas y duchas de otras habitaciones cercanas.
El precio del hotel, según me informó el recepcionista era de 88 € (sin incluir los impuestos), aunque con derecho a desayuno, y mi documento profesional de comercial, por el que pago una pasta, no me sirvió para ningún descuento ya que estábamos celebrando la fiesta de los cerezos en flor (cosa nueva).
Cuando hablamos de "guiris", nos referimos a ese tipo de turista (extranjero) que vemos por cualquier lugar de España, cámara al hombro, atuendo de colores (que posiblemente en sus países sólo utilicen en carnavales), y cara normalmente de despistado o asombrado por lo que ven alrededor, estos guiris son curiosos cómo aprovechan sus desayunos (bufet) en los hoteles donde pernoctan. -"Se ponen de comer como el tío Kiko" -me decía un amigo hostelero... y en nuestro caso del Hotel Cañada Real, teníamos la ocasión de sentirnos como esos turistas y aprovechar a tope el desayuno que ya estaba pagado (y retepagado), pero para lo que había, mejor habría sido tomar un cafetito de verdad y emprender el viaje. El bufet del hotel, posiblemente uno de los peores que he visto, el zumo de naranja, peor que los zumos que daban en las líneas aéreas españolas Iberia, que se hizo célebre por las quejas, pero este del hotel ... el café, (por llamarlo así, al menos eso ponía en la máquina), era mucho peor que el que tomaba en el colegio de los Salesianos cuando estaba interno (y eso que era malo), y si después de pasar una noche de dormir poco, te "obsequian" con un desayuno tan malo (de casi 11 €, según detallaban en factura), lo mejor es salir corriendo y tratar de buscar otro sitio para olvidar lo ocurrido.
El Valle del Jerte, como esperábamos, estaba precioso. Parecía que una nevada había cubierto los árboles, ofreciendo unos curiosos y enormes copos blancos que el sol matutino les daba más esplendor.
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La flor de la cereza blanca, como la nieve de la Sierra de Gredos
Navaconcejo, Cabezuela del Valle y Jerte son preciosos pueblos que forman parte de ese Valle del Jerte, dirección de Plasencia a Ávila, entre las poblaciones hay miles de cerezos que en estas fechas primaverales como he dicho, son uno de los espectáculos naturales más bonitos, aunque entre los pueblos hay riachuelos (además del Jerte), árboles muy distintos, gargantas, cascadas, montañas, etc., sin olvidar los amplios espacios para acampar, pesca, montar a caballo, etc.

Continuábamos hacia Tornavacas, hasta que comenzaron a aparecer de frente tantos coches, autobuses y vehículos como flores habíamos visto. Era como una invasión del Valle, claro... un sábado y a esa hora comenzaban a llegar los que venían de Madrid. -En los últimos años se ha hecho mucha publicidad de esta floración del Valle del Jerte y se organizan diversas excursiones desde distintos lugares de España, principalmente desde Madrid que está a unas dos horas y media.

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El Valle del Jerte, mucho más que cerezos en flor

Ese mismo sábado, por la tarde de regreso, pudimos escuchar en un programa de radio (Reserva Natural, que presenta Joaquín Fernández, con la participación de Joaquín Araujo), programa que recomiendo por el trato que dan a la Naturaleza, Parques, Jardines, Bosques, Agua, etc., el caso es que en este espacio señalaron la masificación que estaba sufriendo el Valle del Jerte ... (tenían toda la razón, comentábamos... hacía unas horas que terminamos huyendo por eso mismo), pero al menos, ya habíamos visto algo que teníamos pendiente desde hace mucho tiempo, una de esas cosas que vas dejando para alguna ocasión... pero que sabes que es dulcemente obligatorio tener que cumplir.

Volveremos gustosamente en otro momento, aunque no haya floración, la flora y fauna serán similares aunque con otros colores y el paseo sin tanto vehículo será más placentero y tranquilo.

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